Los pasados días 24 y 25 de junio dieron inicio las actividades del Proyecto FARO. En esta primera etapa, este encuentro sirvió para que los miembros del proyecto pudiéramos conocernos y para realizar la primera fase del proyecto. Por parte de MIRCo-UAM acudió Santi Martínez, técnico de investigación del centro. El anfitrión de la estancia fue Marian Craciun, profesor de la Universidad de Bucarest, y nos acompañaron Maria Chiara Verducci, Eleonora Di Renzo (ambas de la Universidad de Roma-La Sapienza), Mónica Reis y Manon Greuillet (de la Universidad de Aix-Marsella).
El Proyecto FARO trata de reconocer el rol de los grupos minoritarios en la construcción de las sociedades actuales y sus instituciones, como la universidad. En este sentido, el encuentro en Bucarest sirvió para reconocer la importancia de las minorías en la sociedad, y más concretamente para ver cómo las diferencias culturales y lingüísticas han moldeado la segregación social, con una perspectiva principalmente histórica, además de cómo se han ido construyendo las comunidades y los grupos culturales.
Las etapas restantes son tres. La segunda, en Madrid, buscará documentar cómo el multilingüismo y los discursos en los espacios públicos tienen un impacto directo en la herencia cultural compartida. La siguiente, en Roma, buscará evidenciar el rol activo de los grupos culturales en la contribución a la sociedad, mediante la construcción colectiva de exposiciones y actividades para darse a conocer. Finalmente, la cuarta etapa del proyecto, en Marsella, tratará de hacer llegar todo lo aprendido al público general, con el fin de que se pueda replicar este tipo de actividades.
El meeting de inicio comenzó con una presentación del proyecto y una descripción del contexto social y étnico de Rumanía, como punto de partida para explorar la importancia histórica de cada una de las minorías étnicas objeto de estudio.
Partiendo de esa base, el día 24 recibimos una ponencia sobre la minoría arrumana, grupo de ascendencia latina presente en diferentes países de los Balcanes, principalmente en Macedonia del Norte. Esta presentación despertó mucho interés entre los asistentes, ya que es un grupo étnico poco conocido fuera de la zona. Su similitud con la cultura rumana y, en general, con los grupos latinos de Europa y su situación actual, marcada por la discriminación y el reconocimiento, fueron los elementos más debatidos en las intervenciones posteriores.

Imagen 1: fotografía de la población arrumana en Serbia, con trajes regionales.
Después de visitar el museo de la Universidad de Bucarest, la otra actividad del día fue la visita al Muzeul Satului, museo etnográfico donde se encuentran edificaciones (unas recreadas, otras auténticas) de diferentes partes del país. Esta enriquecedora visita tenía como objetivo enseñarnos la diversidad de modos de vida de Rumanía, ya que había casas e iglesias de zonas como Transilvania, con una gran minoría húngara, o Moldavia, en el norte. Posteriormente, se cerró la jornada con una visita al centro histórico de la capital.

Imagen 2: iglesia típica de la zona transilvana.
Esta enriquecedora visita tenía como objetivo enseñarnos la diversidad de modos de vida de Rumanía, ya que había casas e iglesias de zonas como Transilvania, con una gran minoría húngara, o Moldavia, en el norte. Posteriormente, se cerró la jornada con una visita al centro histórico de la capital.
El día siguiente tuvimos la oportunidad de conocer de cerca el legado histórico de las minorías armenia y judía del país. Pudimos admirar la Catedral Armenia y su centro cultural anexo, donde había piezas históricas religiosas del cristianismo armenio y numerosos registros de la importancia de la minoría armenia. Este grupo se refugió en el país después del Genocidio Armenio, si bien lleva estando presente en lo que hoy es territorio rumano desde hace siglos. Finalmente, conocimos la Sinagoga de Bucarest y el Museo de la Herencia Judía, donde admiramos el determinante rol de esta comunidad en la construcción y modernización del estado rumano, así como la resiliencia de este grupo tras el Holocausto.

Imagen 3: vista del interior de la Sinagoga de Bucarest.
Con todo, el encuentro de clausura fue un momento para compartir nuestras impresiones y opiniones sobre el viaje, que todo el mundo encontró enormemente enriquecedor y gratificante. En el debate se problematizaron los conceptos de minoría y grupo minorizado, auspiciando una discusión que dejará huella en la manera en la que el proyecto FARO va desarrollando su labor en los próximos meses.
La UAM tuvo un papel relevante en esa sesión de cierre. A través de su representante, se recogieron todos los aspectos a mejorar de la experiencia para ofrecer a las universidades participantes una estancia en Madrid congruente con los resultados de la discusión. Los próximos meses corresponderá al centro MIRCo-UAM trabajar en las líneas y marcos de los que nos hemos dotado, con el fin de ilustrar de forma crítica, fidedigna y enriquecedora la mezcolanza cultural y lingüística de la ciudad de Madrid.